Entrevista a Tintácora

Mié 9 Nov 2016
¿Son los comienzos tan difíciles como cuentan?

Rotundamente, sí. Y con esta respuesta no queremos desanimar a nadie que esté a punto de embarcarse en este camino de emprender, ni mucho menos. Comenzar un negocio es un conjunto de pequeñas batallitas que hay que ir superando día a día y en las que muchas veces la inexperiencia juega malas pasadas. Pero a su vez, decidir y actuar en base a la ‘prueba y error’ nos ha dado un conocimiento y recursos importantísimos para crecer y evolucionar a un modelo de negocio coherente, que es lo más complicado de conseguir.

Por otra parte hemos contado con mucha ayuda tanto de Urratsbat como de CEINPRO para que todo ese proceso inicial fuese fluido. Es mucho más sencillo trabajar con un equipo de personas que se preocupan de que las decisiones que tomas sean las adecuadas; nos dio una seguridad que es indispensable a la hora de iniciar el negocio. Además, ver que la rueda empieza a girar te da la energía suficiente para poder prepararte para lo siguiente que vendrá.

En nuestro caso, somos dos, y eso, hasta el día de hoy, nos ayuda muchísimo porque nos alentamos mutuamente.

¿Contadnos algo bueno y algo malo un día cualquiera en Tintácora?

Bueno, hay muchas cosas de cada una, elegir solo una nos cuesta un poco, pero lo intentaremos. Algo bueno: El día que el cliente te dice que está muy satisfecho con el resultado del proyecto. Cuando un cliente te demuestra que está contento con el resultado se nos alegra el día. Hemos aprendido a conocer a las personas con las que trabajamos, entenderles, y tratar de solucionar la necesidad o necesidades que tienen. Cuando el cliente reconoce todo ese trabajo que realizamos le da sentido a todo lo que ha conllevado, bueno y malo. Se podría decir que es uno de los tantos motores que nos hace seguir día a día con Tintácora.

Algo malo: Darte cuenta que emprender en una empresa de diseño gráfico y web no significa que estarás siempre  diseñando  y creando.

Gestionar una empresa implica mucho trabajo y variado; Las facturas, presupuestos, la decisión de precios, hacienda, IVA, trabajos de comercial, llevar las cuentas… Es un campo en el que no teníamos experiencia ni conocimiento y se aleja de nuestra pasión. Aún así, es una parte vital, y de todo se aprende.

Sois emprendedores en toda regla así que ¿podríais hacernos un diagnóstico de cómo es la vida de un emprendedor?

La vida de un emprendedor es la vida de alguien que se habitúa a tomar decisiones, a arriesgar, a fallar y a aprender de todo lo anterior. Somos personas que apreciamos los logros, porque son nuestros. Hemos aprendido a tomar decisiones en conjunto, a ceder, a ser la cara visible para el cliente, a superar obstáculos… Un emprendedor es alguien que se esfuerza por adquirir una rutina, que se interesa por aprender, que acude a todos los sitios en donde considera que puede fomentar su marca, que comprende que a veces hay que trabajar un domingo o a altas horas de la noche, y que el beneficio económico es importante, pero no es lo único.

Según nuestra experiencia y comparándola con otros casos de emprendedores que hemos conocido y conocemos, para nosotros la vida de un emprendedor es una carrera de obstáculos en toda regla. Pero creemos que, como en toda carrera, cada vez que vas superando los diferentes obstáculos, la compensación de sentir que puedes, de que eres capaz, es   increíble.

¿Qué planes tenéis a corto o medio plazo?

Llevamos dos años en este camino, y por el momento nuestros objetivos consisten en seguir a pie de cañón. A corto plazo buscamos alcanzar los diferentes objetivos que nos hemos puesto para este 2016, tanto a nivel de mejoras en la gestión como previsiones de beneficios. A largo plazo una de nuestras metas es que Tintácora tenga una base sólida como   empresa.

Si tuvierais a un grupo de chicos y chicas que empiezan en el mundo del diseño, por ejemplo a nuestros alumnos, qué les contaríais?

Lo primero  que les diríamos  es que,  cuanto antes asuman  que el  mundo  laboral  está a la vuelta de   la esquina, mejor.

"Vivimos cómodos con la mente puesta en ‘modo estudiante’, pero en cosa de uno o dos años se encontrarán con la necesidad de encontrar un empleo o empezar su propio negocio. Es importante entender  que hay que estar  preparado."

Les diríamos que confíen en sí mismos y en todo el equipo de profesores que tienen a su disposición y que aprovechen su experiencia. Si echamos la vista atrás, valoramos más que nunca la implicación que tuvo Ceinpro en todo nuestro proceso. Les aconsejamos que preparen bien su marca si van a buscar trabajo, que trabajen en proyectos personales que puedan enseñar, que acepten cualquier reto, que arriesguen y que pierdan el miedo a relacionarse con empresarios, clientes, jefes etc. No dejan de ser personas, aunque a veces  intimiden.

A los que quieran emprender, zorionak txapeldunak! Es de valientes. Tienen cada vez más herramientas para comenzar a rodar, desde CEINPRO mismo, Urratsbat, distintas aceleradoras que ofrecen ayuda en asesoramiento… Y nuestro consejo y experiencia si alguien lo   necesitara.